¿Cuánto debo presupuestar para el mantenimiento de mis instalaciones?

Hay algunas formas diferentes de estimar el presupuesto de mantenimiento para una instalación por año: las dos que analizaremos aquí son el valor de reemplazo de la instalación y el costo de mantenimiento por pie cuadrado.

1. Valor de reposición actual
El primer método para determinar un presupuesto de mantenimiento es medir anualmente el costo de mantenimiento contra el valor de reemplazo de la instalación. Lo que esto significa es que estamos tratando de comprender el costo de mantenimiento frente a cuánto costaría reemplazar completamente cada activo en una instalación.

Para empezar, un porcentaje general del valor de reemplazo de los activos (%RAV) para la mayoría de las industrias oscila entre el 2 y el 5 %, lo que significa que el costo de mantenimiento en una instalación no debe exceder el 2 y el 5 % del valor de reemplazo de la instalación cada año. Si el valor es mucho más alto, sería más eficiente reemplazar el equipo en lugar de mantenerlo.

%RAV es una forma útil de crear un presupuesto generalizado para una instalación. Sin embargo, puede ser un poco limitado si solo confía en las cifras generales de la industria; por esta razón, es útil comprender los valores de activos de reemplazo típicos de su industria y compararlos en consecuencia.

2. Mantenimiento por pie cuadrado
En el caso de que el %RAV no sea una cifra útil para su instalación, los costos de mantenimiento se pueden medir por pie cuadrado para comprender cuánto dinero podrían costar las actividades de mantenimiento al año.

Esto también puede diferir según la industria, por lo que es importante analizar cuál es el costo de mantenimiento típico por área para las necesidades de su organización. Por ejemplo, para algo como las instalaciones de oficina, un costo de mantenimiento típico por pie cuadrado en USD es de $2,23 por pie cuadrado, mientras que otras instalaciones citan el costo promedio como $1,63 por pie cuadrado.

En última instancia, ambas técnicas son útiles para dar a los planificadores de mantenimiento una idea general aproximada de un presupuesto de mantenimiento. También es posible realizar un seguimiento continuo de estas métricas (especialmente el %RAV, que debe tener en cuenta la vida útil y la depreciación de los activos) para mejorar y optimizar un presupuesto de mantenimiento.